Conseguir nuevos clientes resulta para muchos una odisea desesperante. Tanto es así que en la mayoría de los casos lleva a gastar dinero de manera compulsiva en avisos, anuncios, flyers, banners o pósters sin haber diseñado ningún plan estratégico. Esto termina convirtiéndose en dinero desperdiciado.
Lo cierto es que hay manera muy simples de conseguir clientes para todos los negocios, partiendo de la premisa de que existe demanda para su producto. El problema a solucionar consiste en saber presentarse ante esos potenciales clientes con verdadera publicidad. Llegar de la manera adecuada en el momento indicado, o por el canal donde se le presta más atención.
El brochure institucional es una presentación de la empresa o producto. Es una herramienta de comunicación cuya presentación hace una diferencia frente a los competidores. Es un resumen breve del potencial de la compañía o sus productos que invita a una consulta o un mejor acercamiento.
La calidad del diseño muchas veces es fundamental. Mientras los clientes se ven más interesados en brochures con formatos y diseños impactantes, otras impresiones se ven desechadas como simples panfletos. Este es el caso en donde la imagen importa de manera fundamental.
Esta pieza de comunicación es tan importante que sería un terrible error asignar su desarrollo a una secretaria o a un empleado de turno cuya función no se centre en la imagen corporativa de la empresa. Es un trabajo de gestión de imagen y finalmente la manifestación misma de todos los valores de la compañía. El resultado representa cómo son los productos, de qué manera trabajan sus empleados, cómo son los consumidores aspirados, cuán seria es la empresa o que tanta dedicación se le pone a los procesos internos de producción. Cada detalle habla, por lo que su producción debe ser impecable.
Desarrollar un brochure tiene un costo que entra en tres categorías que desde la más económica a la más compleja son:
1.-Cuando se tienen listos todos los contenidos (fotografías y textos) y solo se necesita el diseño gráfico.
2.-Cuando se necesita además una producción fotográfica o ilustración.
3.-Cuando se requiere una gestión completa de imagen y contenido, redacción publicitaria y la producción de las imágenes (fotografías profesionales).
Desarrollar un brochure es en muchos casos una inversión poco ligera, pero una vez lista la producción cada uno tiene el potencial de convertirse en un nuevo cliente.
Los brochures que usted envie a los clientes adecuados ofrecerán razones para retornar su inversión en creces. Y de eso es finalmente de lo que se trata la publicidad, de comunicación estratégica.
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